Un sistema de cobertura total de
aspersores es una
instalación de riego con agua a presión que consiste, básicamente, en una red de
ramales portaemisores que, dispuestos de forma regular, cubren la totalidad de
la parcela o bloque de riego. Las tuberías secundarias y los ramales pueden
disponerse sobre la superficie o enterrados. El primer caso es el más frecuente
de los dos en nuestra Comunidad. Las coberturas enterradas comienzan a abrirse
paso pues, a pesar de un mayor coste inicial, las necesidades de mano de obra
son prácticamente nulas.

Debido a la mayoritaria implantación de los sistemas de cobertura total de
aspersores, analizamos las características de su funcionamiento formulando una
serie de recomendaciones que conviene seguir a la hora de su diseño y
manejo.
Caracterización del funcionamiento de un sistema de cobertura total de
aspersores El funcionamiento de un sistema de cobertura total está
caracterizado por una serie de factores que afectan a la instalación, como
son:
• Caudal emitido (q) por cada aspersor en una hora, que depende del
número y tamaño de las boquillas, así como de la presión de
funcionamiento. • Marco de riego (S) , o área definida por la
separación entre los ramales y la distancia entre dos aspersores contiguos
dentro de un ramal. • Pluviometría media del sistema
(P) ; es la
relación entre el caudal emitido por cada aspersor en una hora y la superficie
de su marco correspondiente.
P (mm/hora ó l/m2•hora) = q (l/hora) / S
(m2)
• Tamaños de gota , cuya distribución está directamente relacionada con
el modelo de reparto de agua de cada aspersor. Depende del tamaño de las
boquillas, así como de la presión de descarga, y está especialmente afectada
por el viento. • Uniformidad de reparto del agua . Depende de factores
como el propio diseño del aspersor, la presión de funcionamiento, la velocidad
del viento y el marco de riego, principalmente.

La determinación del tiempo que debe durar una postura de riego con cobertura
total de aspersores consiste en dividir la dósis de riego por la pluviometría
del sistema:

Recomendaciones generales de
diseño y manejo de una cobertura total de aspersores
• Diseño de sistema con una pluviometría baja, lo que evita
encharcamientos y escorrentías y permite, entre otras cosas, alargar la
duración de los riegos, regar más superficie a la vez, disminuir la frecuencia
de apertura/cierre de válvulas y compensar los efectos del viento sobre la
uniformidad de reparto. • En general se consiguen mejores
uniformidades con dos boquillas en los aspersores, excepto en los sectoriales,
que deben llevar sólo una para evitar exceso de agua en las proximidades,
debido a la rotura del chorro en los retrocesos. No se deben intercalar en los
ramales aspersores que tengan distinto número de boquillas o distinto tamaños
de las mismas. • Cuando predominen los vientos superiores a 2 m/s se
debe instalar vaina prolongadora de chorro en la boquilla grande para evitar
una excesiva proliferación de gota pequeña, que es arrastrada con mayor
facilidad. • En un mismo bloque de riego, la diferencia de presión
entre el aspersor más próximo al hidrante (el más favorable) y el más alejado
(el más desfavorable) no debe ser superior del 20% para evitar que la
uniformidad de reparto en el sistema se vea muy afectada. • Regar con
presiones inferiores a 3,5 Kg/m2 para mejorar la uniformidad en condiciones de
vientos moderados y fuertes, además de ahorrar energía en la
impulsión. • Realizar riegos nocturnos, siempre que sea posible, ya
que la velocidad del viento nocturno suele ser menor, las pérdidas por
evaporación también disminuyen y la energía eléctrica es más
barata.

Al margen de las anteriores recomendaciones, cuando se decida adquirir un
nuevo sistema de cobertura total se debe exigir al instalador una completa
información técnica del material y su correspondiente certificación de calidad,
así como una prueba de evaluación en la parcela tras la instalación.
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