En la recopilación de labores realizadas en las parcelas seguidas, se recogen los insumos que se aportan durante el desarrollo del cultivo y en qué dosis se incorporan éstos. Si tenemos en cuenta la composición de los abonos y enmiendas utilizados,
podemos analizar la cantidad de los nutrientes aportados.
Aquí daremos información de los tres nutrientes principales necesarios para el desarrollo de las plantas, Nitrógeno, Fosforo y Potasio, expresando las dosis aportadas en forma de N, P2O5 y K2O, pues es la manera en que se expresa la composición de
estos en la mayor parte de los fertilizantes utilizados.
La composición de los abonos minerales, al elaborarse de manera controlada, se conoce de manera muy precisa en la mayor parte de los casos.
Sin embargo, en las enmiendas y abonos orgánicos (estiércoles y purines fundamentalmente), la composición es muy variable. Se ha utilizado en este caso la tabla elaborada por Ziegler D.y Heduit M. EN 1991 (Gobierno de Aragón, 2009)
como referencia para determinar la composición de estos. El uso mayoritario es como enmienda para mantener o mejorar el contenido de materia orgánica del suelo, mejorar sus propiedades físicas y su actividad química o biológica, pero
también realizan un aporte importante de estos tres nutrientes.
Por otro lado, se tiene que producir la mineralización de estos nutrientes para poder ser asimilados por las plantas. En P2O5 y K2O, aunque la disponibilidad total no es inmediata, consideramos que todo lo aportado por el
fertilizante orgánico se pondrá a disposición de la planta en la primera campaña tras la aplicación del estiércol al terreno. En el N, sin embargo, tendremos una parte mineral bajo forma amoniacal y una orgánica fácilmente mineralizable
que estarán rápidamente disponibles para los cultivos, pero también otra parte con una descomposición muy lenta. El contenido de cada tipo será diferente según el origen del mismo, nosotros hemos considerado un promedio de mineralización
del N aportado del 30% el primer año, que es el que se tendrá en cuenta a la hora de realizar los cálculos y promedios que ahora expondremos.
Se han obtenido los siguientes valores medios:
Fertilización N-P-K por cultivo en el total de parcelas que aportan datos, acumulado de todas las campañas
Fertilización N-P-K por cultivo, datos acumulados de todas las campañas.
En el apartado de descargas se pueden consultar las hojas de cálculo con los resultados obtenidos. DESCARGAS
En los gráficos por cultivo, se pone de manifiesto las diferencias en cuanto a la intensidad de la fertilización según las necesidades de los cultivos.
Cultivos como la remolacha, el maíz o la patata tienen unos aportes de fertilizantes más elevados que otros cultivos con unas necesidades de nutrientes o
una intensidad productiva menor, como el trigo blando, el girasol o la alfalfa.
También observamos las diferencias en cuanto a que nutrientes son más necesarios para que cultivo. Remolacha azucarera, trigo blando y, sobre todo, maíz,
tienen un abonado nitrogenado más intenso que el de los otros dos nutrientes principales, mientras que la patata destaca por un mayor abonado potásico siendo elevado igualmente el fosfórico, como también sucede en las hortícolas.
Remolacha azucarera
Fertilización N-P-K en Remolacha azucarera por campaña
Maíz grano
Fertilización N-P-K en Maíz grano por campaña
Patata para consumo
Fertilización N-P-K en Patata para consumo por campaña
Trigo blando
Fertilización N-P-K en Trigo blando por campaña
Girasol
Fertilización N-P-K en Girasol por campaña
Zanahorias
Fertilización N-P-K en Zanahorias por campaña
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