El cálculo es simple: las necesidades de las plantas se cubren de forma natural por las precipitaciones, ahora bien, estas precipitaciones no consiguen cubrir estas necesidades en todos los casos, bien por los altos requerimientos de algunos cultivos o por la no coincidencia de la distribución de las lluvias y las necesidades de la planta durante su ciclo vegetativo.
Por tanto es necesario suministrar el déficit entre lo que realmente necesita la planta y lo que ha recibido por las precipitaciones:
NECESIDADES DE RIEGO =
NECESIDADES DEL CULTIVO - PRECIPITACION EFECTIVA
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