Una vez que se dispone de los datos obtenidos en campo, se procede a realizar una validación de los mismos para evitar, en la medida de lo posible, la introducción de datos erróneos.

Esta validación de datos provoca un primer descarte de aquellas parcelas en las que no ha sido posible obtener los datos necesarios para el cálculo o el dato obtenido ofrece alguna duda. Este descarte se realiza a nivel de cada uno de los índices que se presentan, de forma que una determinada parcela puede participar en un resultado pero estár excluída de otro por este motivo.

Con la muestra de datos ya validada, se realiza un segundo descarte de los datos extremos que, aún siendo correctos, se encuentran fuera del rango de valores considerado admisible para el cálculo de cada uno de los índices obtenidos. Igualmente, este descarte se lleva a cabo para cada índice de manera independiente.

En consecuencia, para tener una idea de la representatividad de las cifras presentadas, se aportan como metadatos del valor resultante, el nº de parcelas que han aportado datos válidos y la superficie que representan.

Los resultados de cada uno de los índices calculados para cada cultivo, corresponden a una media ponderada por la superficie de las parcelas que han participado en el cálculo.

Las particularidades en la metodología de cálculo de cada índice seguida en cada informe de resultados publicado, se exponen con detalle en cada uno de ellos.